«The Sandbox» es uno de los proyectos de metaverso basados en blockchain más importantes del momento. Su gran diferencial se encuentra en brindar un ecosistema de contenido generado por el usuario, es decir, que son ellos, y no sus desarrolladores, quienes construyen y dan vida a las experiencias dentro de este mundo virtual.
De juego móvil a metaverso
Para comprender su esencia, es necesario conocer que el proyecto vio la luz como un juego móvil allá por el 2012. En este año, el tema de las criptomonedas y blockchain era de conocimiento de unos pocos, y como intuirás, The Sandbox no formaba parte de ese ecosistema.
Básicamente, el juego te otorgaba la facilidad de crear mundos o arte en pixeles 2D, con gran variedad de elementos y físicas. Viajando hacia atrás en su canal de Youtube, aún puedes encontrar sus videos recopilatorios con “Las mejores creaciones de los jugadores”.
Esta información es importante, porque revela el concepto matriz que mantienen hasta el día de hoy: Brindarle al usuario las herramientas para construir sus experiencias, destacando a la creatividad como valor primario.
Claramente, se trataba de un competidor de «Minecraft» y «Roblox», pero aunque no tuvo el mismo impacto, sí que pegó bastante bien. Junto a su secuela, The Sandbox Evolution (2016), lograron alcanzar más de 40 millones de descargas entre iOs y Android.
Sin embargo, en 2018 las cosas tomarían otra dirección: Los fundadores intercambiaron la idea de una posible secuela en 3D por la de un proyecto de metaverso sustentado en la red de Ethereum. «Animoca Brands» se hizo con la propiedad del juego y en mayo de 2019, luego de una recaudación de 2.5 millones de dólares, el desarrollo inició.
The Sandbox Alpha
Actualmente, disponemos de una versión bastante temprana de este metaverso, que ha sido accesible para los usuarios durante dos temporadas, una en noviembre del 2021 y otra en marzo de 2022.
A pesar de estar en desarrollo, los detalles en cuanto al funcionamiento de The Sandbox ha quedado bastante claro, teniendo como eje central el uso de los NFT.
De esta forma, explicar la mecánica de este mundo es básicamente explicar en qué consisten sus 3 tipos de propiedades:
LAND
Una tierra o parcela digital dentro de The Sandbox. Puedes construir ahí lo que quieras, desde un museo de arte digital hasta tus propias experiencias interactivas o videojuegos.
Una LAND corresponde a un token no fungible ERC-721, dentro de la red Ethereum, y a la fecha el mapa cuenta con 166.464 parcelas de 96×96 metros en este mundo.
SAND
La criptomoneda del proyecto, un token ERC-20 que se emplea para todas las transacciones dentro de este mundo virtual. Fuera de ello, funciona como “token de gobernanza” que te permite emitir votos en la DAO de The Sandbox para decisiones importantes sobre la dirección del proyecto.
ASSET
Ítems o entidades creadas por los usuarios, que se emplean para la construcción de sus mundos. En el caso de un videojuego, podrían ser armas o enemigos. Corresponden con un token ERC-1155, es decir, NFTs que se pueden comercializar tanto fuera como dentro de The Sandbox.
De ahí la afirmación de que los NFT son el eje de The Sandbox, y es que, en pocas palabras, todo su universo está construido en base a NFTs.
Los 3 pilares
Pues bien, si al final The Sandbox es generado por los usuarios. ¿Cómo hacen estos para crear sus ASSETs y programar las experiencias en sus LAND?
The Sandbox le otorga a los usuarios 3 herramientas, las cuales integradas, son la base de la existencia de este mundo virtual:
1. VoxEdit
Un software de modelado 3D de voxels. Un voxel es el equivalente 3D del píxel, es decir, un cubo.
Con esta herramienta es que los usuarios pueden crear fácilmente sus propios ASSETs: Vegetación, humanos, criaturas, armas, vehículos, etc. Al estar compuestos por voxels, obtienen de forma natural esta estética “lego” que caracteriza al mundo.
Así mismo, al exportar los objetos dentro de The Sandbox, estos se convierten automáticamente en NFTs.
2. GameMaker
Tal como su nombre indica, se trata de un “Creador de juegos”, la herramienta con la que se generan las experiencias dentro de The Sandbox.
Su principal característica es que no requiere de conocimientos de programación, ya que representa el código de forma visual e intuitiva. De esta manera, los usuarios construyen a partir de una biblioteca de elementos previamente programados, personalizandolo con ASSETs propios o de acceso público.
Por supuesto, esta facilidad supone una limitación en cuanto a qué se puede hacer, pero se espera que conforme el proyecto evolucione se pueda contar con opciones más avanzadas.
3. Marketplace
El mercado NFT de la plataforma, aquí es donde van a parar las creaciones en VoxEdit de los usuarios, transformándose en ASSETs.
Una vez ahí, se venden como en cualquier marketplace de NFT, pero haciendo uso exclusivo de la moneda del juego: SAND. Recuerda que, a diferencia de otros NFT, la mayoría de ASSETs poseen más de una unidad en venta. Varias personas pueden ser dueñas de un mismo ASSET para emplearlos en sus creaciones.
Como puedes ver en este ejemplo, «Bit Patrol Akkam» cuenta con 50 unidades mientras que los «Goblins» poseen 1000 ejemplares cada uno. Esto influye también en su rareza, de forma que a menos unidades disponibles más raro y costoso será el ASSET.
Para acceder a este marketplace no hace falta descargar la plataforma, puedes hacerlo desde el navegador dando click a este enlace.
El futuro de The Sandbox
En síntesis, lo que The Sandbox promete es un portal hacia una creciente gama de experiencias generadas por los usuarios. Además, brinda la posibilidad de generar dinero, ya sea a través de la venta de ASSETS, como alquilando parcelas o mediante otros sistemas propios de la creatividad de su audiencia.
Por supuesto, muchos de estos usuarios pueden ser marcas o personalidades reconocidas del mundo real. Adidas, The Walking Dead, Snoop Dog, Atari y Deadmau5, son algunos de los ya presentes en The Sandbox, cada uno con su propia experiencia interactiva.
Volvemos a señalar, sin embargo, que The Sandbox se encuentra aún en fase Alpha. Eso quiere decir que, además de ser solo accesible por temporadas, lo que ofrecen aún está lejos de ser la experiencia que tienen en mente para su versión oficial.
Muchos cambios y mejoras quedan por venir, y así mismo, es importante recordar que para alcanzar el concepto de “metaverso” en toda su complejidad, pueden quedarnos varias décadas de evolución tecnológica.
En ese sentido, la versión oficial de The Sandbox podría ser una versión preliminar de lo que un metaverso es realmente, pero si la compañía persiste y evoluciona a través del tiempo, tal vez podrían ser de los pioneros en ofrecer aquella versión de metaverso que solo nuestra imaginación y la ficción retratan.
