Es muy probable que hayas escuchado a alguien decir que los NFT “son el futuro” y te hayas llevado una mano a la cabeza al intentar entender el por qué. ¿Cómo es eso de pagar miles de dólares por una imagen? ¿No puedo simplemente descargarla? Más allá de si representan realmente el futuro, en el artículo de hoy te explicamos en qué consisten y por qué su concepto ha causado tanto impacto.
¿Qué es un NFT?
Un NFT del inglés “Non Fungible Token” (“Token No Fungible”) es un tipo de activo criptográfico que otorga a su dueño propiedad total sobre un objeto digital “único e irrepetible”.
La mejor manera de traducirlo sería recurrir al coleccionismo convencional. Muchos coleccionistas o museos son propietarios de objetos únicos, como pueden ser, por ejemplo, pinturas famosas.
«La Noche Estrellada» podrá encontrarse en tu sala, pero se tratará de una copia, pues la original, la que Vicent van Goh pintó, es un objeto único e irrepetible en propiedad del Museum of Modern Art en Nueva York.
Esta propiedad es la que se denomina como “No Fungible”, pues significa que el objeto en sí no es intercambiable por otro, al tener un valor totalmente simbólico. Algo “Fungible”, por su parte, puede ser un billete de 10 soles. Puedes intercambiarlo por cualquier otro billete y valdrá lo mismo.
Así, los NFT tienen esta propiedad “no fungible” pero de forma digital. Permiten que cualquier archivo, que al fin y al cabo es conjunto de datos informáticos, pueda ser único e irrepetible y atribuir su propiedad a una sola persona.
Todo esto gracias a la tecnología blockchain, que permite la creación de registros inmutables (que no pueden ser alterados) y la ejecución de unos programas llamados «Smart Contracts».
En este caso, los Smart Contracts funcionan como certificados digitales de autenticidad para los propietarios de los NFT.
Origen
Podemos decir que su origen se remonta al 2012 con Bitcoin y las “Colored Coins”, un tipo de token que permitía emplear las monedas de bitcoin para representar otros activos. Si bien su sistema era muy parecido a los NFT, realmente eran “fungibles”, y el lenguaje de programación de Bitcoin no era amigable para desarrollar algo muy interactivo.
Aún así, sentó las bases para un concepto que Ethereum retomaría y daría vida, gracias a su facilidad para desarrollar contratos inteligentes avanzados. En 2014, “Quantum” el primer NFT, sería minado por Kevin McCoy, pero no sería hasta 2017 cuando se lanzaría la primera colección NFT “Cryptopunks“, empezando a popularizar el concepto.
Actualmente, Ethereum es la red principal del mercado NFT, y posee dos herramientas: los estándares ERC-721 y ERC-1155 que permiten crear NFT sin complicaciones.
Estos dos estándares son Smart Contracts “pre-elaborados” con una serie de funcionalidades que los NFT necesitan para su control y desarrollo. De esta manera, para crear uno basta con copiar el código y modificar la información pertinente (el nombre, por ejemplo).Eso sí, los NFT pueden minarse, y ya existen, dentro de otras blockchain como Solana, Cardano, EOS o WAX, solo que en menor medida. De hecho, sus Smart Contracts están basados en los estándares de Ethereum, solo que adaptados a las propias características de su red.
Usos
El principal uso extendido que tienen los NFT es como mecanismo de comercialización para arte digital y coleccionables. Actualmente, existen varias plataformas dedicadas a la compra y venta de estos activos. Entre las más conocidas: OpenSea, Rarible, SuperRare y Foundation.
Así mismo, funciona como base para los denominados “Juegos NFT”, altamente populares, que aplican la funcionalidad NFT a ítems dentro de los juegos y permiten generar ganancias a sus jugadores.
También han sido aplicados como mecanismo de membresías para comunidades en línea, de ellas, Bored Ape Yacht Club (BAYC) es la más famosa. Lo que empezó como la venta de “imágenes de monos”, es hoy en día un proyecto que cuenta con su propia moneda propia y ha participado incluso en campañas con Adidas.
Y hablando de marcas, estas ya han empezado a sacar sus propios coleccionables, entre ellas, además de Adidas, encontramos a Zara, H&M, Pringles, Pizza Hut y Coca-Cola.
Pero yendo a lo más tradicional, un periódico chino “The South China Morning Post” ha anunciado que empleará la tecnología para que cualquiera sea dueño de recortes históricos y pueda transaccionar con ellos.
En sí, el uso de los NFT realmente no tiene un límite, solo la imaginación.
Pero llegado a este punto…
¿Cuál es realmente el valor de tener uno?
Actualmente, aunque se defiende una perspectiva positiva con respecto a los NFT como medio de sustento para los artistas, su uso aplicado es principalmente especulativo.
Esto quiere decir que la gente suele comprar estos activos con la esperanza futura de poder venderlos a un mayor precio. No necesariamente por hallar un valor real o simbólico en ellas.
Esto, por supuesto, varía dependiendo del proyecto. Existen NFT que pueden reportar beneficios reales, como en el caso de Adidas, que te otorgan acceso a ropa exclusiva.
O como comentábamos antes, con BAYC, que pueden funcionar como mecanismos de suscripción con beneficios posteriores. Algo que incluso un medio como TIME ha considerado para su proyecto NFT TIMEPieces.
En ese sentido, los NFT son un concepto nuevo y en desarrollo, y será solo el paso del tiempo lo que determine su utilidad real como tecnología, más allá de la especulación.
Será necesario, de igual forma, poder solucionar el problema de la “huella de carbono” vinculada a ellos. Porque sí, el gasto energético que conlleva minarlos, por el protocolo “Proof-of-Work” (mediante el cual se sostiene la red Ethereum), es preocupante.
Algo que, felizmente, se estaría resolviendo con el cambio de protocolo de la red Ethereum al protocolo “Proof-of-Stake”, un sistema de minado mucho más sostenible con el medio ambiente.
