“Tokenomics” es un concepto que engloba, tal como su nombre indica, todo lo relacionado a la economía de los tokens o criptomonedas. Esto es, la dinámica financiera que presentan y cómo es que se integra al sistema económico moderno. Su importancia es vital, pues es lo que sustenta la relevancia de un activo y su posibilidad de permanecer útil con el paso del tiempo.

Para entenderlo mejor, tomemos de referencia a una moneda FIAT convencional, como el nuevo sol. Esta moneda posee una economía que se ha desarrollado de forma espontánea a través de la historia, no es que haya nacido precisamente con un manual específico de uso, sino que se desarrolló como todo activo financiero acompañando al progreso de la civilización y amoldándose a sus nuevas necesidades.

No obstante, el nuevo sol posee un ente gubernamental que vela por su desarrollo y emisión. El BCRP puede actuar cuando el tipo de cambio aumenta de forma desfavorable, claro ejemplo son las conocidas hazañas de Julio Velarde, director del BCRP, para controlar su subida durante el 2021.

Pues bien, pensar en la economía de los tokens es hacerlo en términos muy parecidos, salvo dos importantes diferencias:

• Carecen de la seguridad de crecer espontáneamente como cualquier moneda oficial de un país.
• Al ser descentralizados, no tienen un ente gubernamental o bancario que los regule.

Comunidad

La razón por la que un token no crece de forma espontánea, es tan simple como que la población no está obligada a utilizarla. Caso distinto a una moneda nacional, que te guste o no, tendrás que usarla si te encuentras en su territorio.

De aquí es que nace el concepto de “comunidad” para referirse a la población de usuarios adoptantes de un token. Todo token necesita una comunidad, siendo su equivalente a una población nacional, y entre más fuerte y grande sea la misma, más valor e importancia obtendrá. 

Por eso es que la comunidad es la base de la economía de un token, al punto que si incluso careciera de utilidad, podría multiplicarse cientos de veces tan solo por la gracia de esa base de usuarios. Un perfecto ejemplo de ello es Dogecoin, un token meme que hizo millonarios a muchos tan solo por tener una base de usuarios fieles.

Sin embargo, de este mismo ejemplo desprendemos el siguiente concepto. Dogecoin se vino abajo tan rápido como subió, y a la fecha, mantiene su tendencia bajista. La razón es clara: no posee una verdadera dinámica financiera

Dinámica Financiera

Con esto nos referimos a todas las maneras posibles en cómo podemos operar con un token. Desde usos activos a través de pagos, préstamos y transferencias de dinero, hasta pasivos como el ahorro o inversión a través del stacking, farming y otros mecanismos generadores de rentabilidad.

Hablar de dinámica económica es hablar entonces de utilidad, aquello que determina el flujo de la oferta y demanda de un token, alterando su valor. De este modo, si bien la comunidad es la base para su economía, el uso es finalmente lo que determina su supervivencia. Un token que carece de utilidad es un token destinado a perecer.

Pero bien, existe algo que antecede a estos dos aspectos, y es que para poseer una comunidad y un uso, el token necesita llegar primero a los bolsillos de sus potenciales usuarios. Así mismo, necesitamos una manera de controlar el flujo de la creación de la moneda… ¿cómo se logra sin un banco central?

Distribución del token

La distribución es la primera etapa de la existencia de un token, que siempre, estará determinado por los gestores del proyecto. Y es que si bien las criptomonedas pueden ser descentralizadas, esto no quiere decir que nazcan de los árboles, necesitan personas que las desarrollen.

Piensalo como un banco que crea una moneda y establece su sistema de distribución, para luego dar un paso al costado y no intervenir más en su flujo. Por supuesto, las monedas no pueden ser repartidas todas de golpe, de forma que los creadores establecen unas reglas automatizadas para que esto ocurra con el paso del tiempo.

Por ejemplo, Bitcoin está programado para tener 21.000.000 unidades, y cada nueva moneda es generada a través de un sistema denominado “minería”. La minería es, básicamente, un usuario (minero) otorgando poder computacional para que la red de Bitcoin pueda funcionar. En compensación, los mineros reciben las nuevas monedas por su trabajo.

Los tokens nativos de una blockchain, como Ethereum, Cardano o Solana, presentan este mismo sistema de distribución. Otros tokens, no nativos sino creados dentro de una blockchain existente, poseen una cantidad fija a la que se puede acceder mediante la compra-venta.

Eso sí, existe un primer momento en dónde uno puede adquirir los tokens, antes de iniciada su circulación, evento conocido como ICO (Oferta Inicial de Moneda). El objetivo es poder obtenerlo a un precio altamente competitivo, por ejemplo, Ether fue vendido en su ICO a un precio de $0.31 (hoy vale más de $1000).

En esta etapa es muy común el empleo de “Air Drops”, que no es más que repartir tokens gratis a los primeros inversores o a otros cripto-entusiastas como una forma de incentivar su adopción y descentralización.

Gobernanza

Como señalamos hace un momento, una vez que los desarrolladores ponen en circulación un token, si es realmente descentralizado, no deberían poder tomar las decisiones en torno a su devenir. Sin embargo, esto no quita que deban realizarse correcciones o actualizaciones a la red o puedan formularse proyectos en torno a la dinámica financiera del token.

La manera en cómo se gestiona esto es a través de la gobernanza, un sistema con reglas establecidas para que sea la comunidad quienes tomen las decisiones en torno a estas temáticas. Es en este momento en donde la descentralización pasa a manifestarse en la forma de trabajo colectivo. 

Bitcoin, por ejemplo, utiliza los “BIP” (Propuesta de Mejora de Bitcoin), un sistema mediante el cual cualquier usuario de la comunidad puede proponer un cambio en la red. Los mineros lo reciben, lo analizan y deciden si implementarlo mediante votos. Si la mayoría está de acuerdo, el cambio se ejecuta.

Ciertamente, la realidad es que muchos proyectos de tokens poseen una importante influencia de sus desarrolladores originales de la que no pueden desprenderse. Ejemplo son aquellos tokens nacidos de los juegos play-to-earn, dado que su utilidad está basada en la economía interna del juego, es inevitable que los desarrolladores tengan la batuta en la dirección del mismo. En ese sentido, muchos tokens no son realmente tan descentralizados.

Así, estos son los elementos más básicos que componen el concepto de “tokenomics”. A partir de ahora, cada vez que te topes con este término sabrás que hace referencia, en esencia, a la razón por la cual un token o criptomoneda obtiene su razón de existir.