Es posible que a esta altura aún no tengas muy claro qué determina el precio de una criptomoneda. Y es que claro, se trata de monedas descentralizadas, no dependen de un estado ni son reguladas por un banco central. Este pequeño limbo puede servir como argumento para muchos detractores para catalogar a las criptomonedas como “humo”. Por ello, a continuación te explicaremos cuáles son los factores que le otorgan o restan valor.
Participación de la comunidad
Para entender el origen de su valor, hay que tener claro que se sustenta en el concepto primario de la oferta y demanda. Es decir: Mientra más gente quiera comprar una criptomoneda más valor tendrá. Caso contrario, cuando la gente pierde el interés, su precio se viene abajo.
A esto se le conoce como participación de la comunidad, pero es en esencia la ley de la oferta y la demanda en acción. Es la confianza del público sobre un activo. Por ello, la pregunta importante realmente es: ¿Por qué la comunidad deja o no de participar?
Utilidad
La criptomoneda tiene que tener un uso. Mientras más útil sea, más razones existen para comprarla, así de simple. Estos activos digitales pueden usarse para pagar servicios y productos, pero también como mecanismo de ahorro frente a la inflación.
Sin embargo, su utilidad está estrechamente vinculada a un aspecto concreto: la red Blockchain que la acoge. Y es el incremento de acciones que puedas realizar dentro de esa red lo que incrementa, por ende, la utilidad de sus monedas.
Tomemos de ejemplo al Ether, la moneda oficial del blockchain Ethereum. Este blockchain es el ecosistema principal para las transacciones vinculadas a NFTs. Los NFTs están hoy muy de moda, por ende, si aumentan las acciones vinculadas a su compra/venta, aumenta la utilidad del Ether como divisa.
No es coincidencia entonces que el valor del Ethereum haya empezado a incrementarse exponencialmente a mediados del año pasado. Momento, en que la compra y venta de NFTs empezó a popularizarse a través de internet.
Proyectos
Existen proyectos de distintos sectores que hacen uso de las criptomonedas como divisa principal. Por ejemplo, hace un año Elon Musk anunció que financiaría un lanzamiento a la Luna con Dogecoin. Y bien, esto es un ejemplo un tanto gracioso, pero así es como muchas compañías pueden otorgarle valor a una divisa digital.
Si estos proyectos en cuestión son viables, progresan y empiezan a generar valor, entonces la criptomoneda patrocinada aumenta el suyo.
Aplicaciones descentralizadas (dAPPS)
Aplicaciones que hacen uso de una blockchain para funcionar, de forma que sus transacciones emplean las criptomonedas como divisa. Pueden utilizar la divisa oficial del blockchain que los acoge como crear la suya propia.
Probablemente, el mayor reflejo mediático de esto se encuentre en los juegos NFT. Juegos que desarrollan un propio sistema de mercado con una divisa propia. De forma que, si más personas se unen e invierten en el juego, más valor obtiene su moneda.
En ambos casos, la divisa oficial igual se beneficia, porque están creando una nueva utilidad a nivel de cadena. Una mezcla de estos dos conceptos lo encontramos con CryptoKitties: Un juego centrado en la colección de gatos virtuales que utiliza el Ether como moneda. A la fecha, su valor generado asciende a más de $900.000 dólares. Hazte una idea.
En síntesis, estos serían los principales factores que influyen en la generación de valor de las criptomonedas. De todos ellos, es la utilidad el más importante, pues es quien determina si la demanda de la misma incrementa o disminuye. Los factores económicos externos no entran en mención, porque si bien influyen en su valor, no son su factor de origen.
Claro, de ahí su carácter “descentralizado”.
